jueves, 13 de diciembre de 2007

A la bestia le llamo miedo



Dejo a tras mis miedos, me adentro en el bosque de mi mente, siento el frió y el crujir de las ramas de los árboles que me rodean por donde mire. En lo más profundo de este sombrío bosque me espera la bestia, mi mayor miedo. Hoy he decidido darle muerte, librarme de una vez por todas de ella.

Ahí viene el comité de bienvenida, pájaros negros, augurios de la mala suerte, ya están aquí. Esta vez vengo preparada, sabia que vendrían, traigo mi paraguas. Lo abro, les espanto, cobardes carroñeros.

Camino pisando las hojas húmedas, mis pies descalzos sienten las ramitas que se meten entre los dedos, algún que otro pinchazo en la planta del pie, pero no
me detengo… hoy le pienso dar muerte a la bestia.

Paro de andar justo delante del gran árbol, aquí es donde duerme el miedo. Aprieto los dientes sin pensarlo, la tensión se esta apoderando de mi, siento el latido de mi corazón cada vez más fuerte y más rápido. Un ruido sale del interior del árbol, es la bestia, sabe que estoy aquí. Ahora siento miedo, veo sus ojos rojos, brillantes, se asoman desde el interior, siento pánico.

Despierto y aquí estoy delante de una taza de café, hoy no podrá ser, otro día más tendré que convivir con esa bestia, ese miedo dentro de mi.
He vuelto a ser derrotada.


abl. © 2007

1 comentario:

Crystal dijo...

Increible.
Escribi un relato, se llama "El viejo árbol". Pero toma la historia del otro lado del crystal...

No hay derrota si estàs viva!

Saludos.